Cuando hablamos de las habilidades directivas en el trabajo en equipo, dentro de una empresa, nos referimos la capacidad de gestionar a un grupo de personas que trabajan juntas para alcanzar un objetivo común.
El trabajo en equipo: etapas y cómo afrontarlas
Los equipos tienden a pasar por una serie de etapas, que conviene conocer de antemano para saber cómo actuar frente a cada fase del proceso. Cada una de ellas pueden ser abordadas utilizando algunas aptitudes directivas. Son las siguientes:
1- Inicio, creación del equipo
En la fase inicial, no debemos esperar resultados óptimos. Es una etapa en la que debemos conocer a las personas, observar su forma de trabajar, etc. Por eso, aquí debemos sacar a relucir nuestras habilidades directivas en el trabajo en equipo. Es importante fijar los objetivos a alcanzar. Debemos dejar claro que todos remamos en el mismo barco, y asignar tareas de forma eficiente y adecuada para cada perfil.
2- Aparición de conflictos
Cuando el equipo de trabajo está estabilizado, tienden a llegar los primeros conflictos. Suelen aparecer las primeras diferencias de opiniones, discusiones, e incluso pueden llegar a aparecer pequeños subgrupos. Todo esto no nos beneficia en absoluto y, por ello, debemos recurrir a nuestra capacidad de liderazgo, así como a la habilidad para resolver conflictos. Gracias a nuestra experiencia como líderes, daremos ejemplo. Recordaremos la importancia de llevar el proyecto a buen fin y nos esforzaremos tanto como nuestro equipo. En cuanto a la resolución de conflictos, debemos hacerlo de forma ágil y adecuada, intentando no favorecer a ningún miembro.
3- Estabilización
Una vez superados los conflictos, llega una etapa más estable. Los miembros del equipo suelen tener claros sus roles y qué tarea debe ejecutar cada uno de ellos. En este punto conviene echar mano de nuestras habilidades interpersonales. Debes escuchar de forma activa a tu equipo, para poder estar atento a cualquier inconveniente que pueda surgir. Comunícate con ellos y haz gala de tu inteligencia emocional para poder detectas cualquier frustración o miedo que ralentice el rumbo del proyecto.
4. Alto rendimiento
Si has conseguido que tu equipo de trabajo supere conflictos y recupere la estabilidad, debes saber aprovechar esta situación para alcanzar un pico de rendimiento máximo. ¿Cómo debes hacerlo? Con capacidad de adaptación y organización. Proporciónales herramientas de gestión de tiempo, adáptate a los cambios y contratiempos que puedan surgir y, sobre todo, mantén la confianza en ellos y en ti mismo. Si surgen problemas o inconvenientes, aprende a ponerlos a tu favor. ¿Qué habéis aprendido? ¿Cuál es la parte positiva?
5. El agotamiento del equipo
A veces, justo antes del final, verás que tus compañeros pierden la motivación. El proyecto ya no les interesa demasiado y trabajan con desgana. En estos casos, necesitan una dosis de motivación extra, y tú puedes proporcionársela. De nuevo, necesitas tus destrezas interpersonales, así que sé asertivo, felicítales por el trabajo bien hecho y esfuérzate en hacerles comprender que queda poco para terminar el proyecto. Una vez cerrado, reconoce los méritos y el trabajo de cada uno de ellos.
Habilidades directivas en el trabajo en equipo
Además de tener siempre claras las distintas fases por las que pasa un equipo de trabajo, es muy importante que presentes ciertas habilidades a la hora de gestionar las distintas situaciones que puedan darse en un equipo de trabajo:
- Además de la empatía, debes tener paciencia. En ocasiones los conflictos se complican y tú necesitas mantener la mente fría, para no perder los papeles.
- Oriéntales hacia la acción. Haz que se sientan implicados con tu proyecto proponiéndoles acciones que les resulten atractivas. Cuando tengáis reuniones, háblales del proyecto sabiendo que es global y no sólo tuyo.
- Identifica a las personas que destacan. En todos los equipos siempre hay una (o más) persona que destaca por encima del resto. Obsérvale, seguramente sea útil para alcanzar la excelencia.
- Controla el clima laboral. No es necesario que fuerces las relaciones entre ellos, pero sí debes estar atento a posibles tensiones o roces. Eso puede evitarte tener que enfrentarte a conflictos más adelante.
Estas son sólo algunas claves y habilidades directivas en el trabajo en equipo que debes tener en cuenta para gestionar tu equipo de trabajo, pero queremos recordarte que en nuestro Posgrado en Dirección Comercial y Marketing, con Especialidad en Ventas y Gestión de Equipos, puedes adquirir las competencias necesarias para ser el líder que tu equipo necesita. ¡Pídenos información sin compromiso!