Cada vez es más frecuente que las empresas demanden figuras como la del Project Manager o gestor de proyectos. En los últimos años se ha popularizado, pero esta profesión lleva más de 70 años existiendo. ¿A qué se debe su auge?
Para poder entender la importancia del project manager en la empresas hay que entender los factores que están impactando en su relevancia dentro de las organizaciones. En los últimos años las empresas están viviendo un aumento en el volumen de proyectos.
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Entornos VUCA y avances tecnológicos, los retos del project management
Una de las principales razones del alto número de proyectos que tienen los negocios ha sido la complejidad tecnológica que está caracterizando la sociedad actual. Los cambios cada vez son más grandes, rápidos y complejos. Vivimos en un entorno VUCA y esto provoca que se necesiten desarrollar productos y servicios que den respuesta a estos nuevos entornos agilmente.
Ahora, el Project Manager ya no solo es un mero gestor de proyectos que asegura el cumplimiento de los hitos y fases, sino que además juega un rol de consejero y asesor.
Es tal la importancia del Project Manager para las empresas que se ha vuelto una pieza experta en conocimiento de procesos, productos y servicios y un especialista en alinear el proyecto con el plan estratégico de las compañías.
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¿Cómo ha impactado la volatilidad e inestabilidad en las empresas?
La tecnología ha invadido nuestras vidas y con ellas las posibilidades de desarrollo. En el último año, tras la pandemia, ha surgido la necesidad de digitalizar los sectores para la supervivencia de los negocios. Se ha pasado de una opción a una obligación si se quiere sobrevivir en el mercado.
Ha supuesto un gran esfuerzo para que todos los sectores sean capaces de adaptarse a las nuevas necesidades a través de la transformación digital de sus productos y servicios. Se han tenido que dedicar muchos recursos en esos procesos, por lo que el número de demanda de project managers se ha visto incrementado.
Estos proyectos han supuesto períodos de entrega muy cortos para que las empresas pudieran subsistir, por lo que el auge de las metodologías agile se ha visto incrementado.
El papel de la formación en la gestión de proyectos
Uno de los datos más destacados a la hora de analizar el por qué de la importancia del perfil de los project managers es que más de la mitad de los project leaders a penas tiene formación específica en gestión de proyectos. La mayoría tiene carreras técnicas en ingenierías y otras disciplinas y cuentan con experiencia, pero no tienen formación específica enfocada a la gestión y dirección de proyectos.
Otro de los motivos por los que estos perfiles se están popularizando dentro del mercado es que sus sueldos suelen ser considerablemente altos si los candidatos cuentan con esa formación o titulación específica. Solo el 30-40 % de los gestores de proyectos están titulados en la materia.
Metodología Waterfall vs Agile: tradición vs innovación
Metodología Waterfall
La gestión de proyectos clásica se ha caracterizado siempre por una ejecución de las fases del proyecto secuencial. Primero, se tiene que fijar un objetivo y luego se definen los requerimientos que se espera que tenga ese proyecto. Una vez hecho, se elabora la fase de planificación y se construye la solución que será entregada al cliente.
Este tipo de proyectos se caracteriza por contar con plazos de entrega largos y por ofrecer pocas posibilidades de mejora en las entregas. Estos dos aspectos hacen que en muchos casos la solución proporcionada ya no de respuesta a las necesidades porque estas han evolucionado a gran velocidad y ya no hay margen de mejora para reajustar el proyecto a esta nueva situación.
Metodología Agile
Ante los retos que presenta la metodología Waterfall en cuanto a plazos de entrega, surgen las metodologías agile. Estas nuevas formas de gestionar proyectos permiten optimizar las entregas reduciendo los tiempos y aportando así más dinamismo y agilidad al proyecto.
Una vez se tiene el objetivo del proyecto, se divide en pequeñas fases y se jerarquizan en función del valor que tiene cada parte para el cliente. A esto se le conoce como MVP.
Estos microproyectos son realizados entre 2/ 3 semanas, máximo un mes. Durante ese tiempo se desarrolla la característica trabajada y se le entrega al cliente. Esto permite ir validando que la solución que se está definiendo y construyendo al mismo tiempo le es útil a los clientes y ayuda a ir mejorando los requerimientos de la siguiente fase o sprint. En este caso, sí existe margen de mejora, por lo que el proyecto puede ir virando en función del feedback que se va obteniendo con los entregables.
Las metodologías Agile son una práctica muy común en las start-ups. En cambio, resulta algo nuevo y desconocido para las empresas ya consolidadas, ya que siempre han basado sus estructuras y recursos en metodologías tradicionales. La transición a las metodologías ágiles requiere de una gran inversión y un cambio en la cultura empresarial. Para muchas empresas, resulta todo un reto.
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Estas reflexiones de Xavier Rodríguez, director del posgrado en Dirección y Gestión de Proyectos de Euncet Business School, forman parte de la Charla ON: “Póngame una docena de Projects Managers en salsa Agile, por favor”.
Si quieres saber más sobre cómo puedes hacer realidad ideas con una gestión ágil y óptima y conocer más sobre la importancia del project manager en cualquier sector descúbrelo en el posgrado en Dirección y Gestión de Proyectos de Euncet Business School.