No es un secreto que la capacidad de liderazgo es una de las grandes claves a la hora de encontrar el éxito en el mundo empresarial. Podríamos definir esta cualidad como la capacidad de influenciar, motivar y guiar a un grupo de personas hacia una o una serie de metas comunes. Dentro de esta faceta del emprendimiento, cada vez se empieza a escuchar más el concepto de liderazgo personal.
Llamamos liderazgo personal a aquel que es capaz de romper con el funcionamiento mecanicista de la dirección de equipos e integra la visión propia, los valores y las vivencias personales. Tiene grandes similitudes con el liderazgo transformacional, que también tiene como objetivo poner a las personas en el centro, aunque tiene un carácter algo más espiritual.
Liderazgo basado en el autoconocimiento
En esta tipología de liderazgo, los líderes tienen en cuenta con una mirada integral el crecimiento y desarrollo de las personas en sus aspectos racionales, afectivos e inconscientes y entienden al ser como objeto del pensar y sujeto pensante. Conciben el liderazgo como, primero, un liderazgo centrado en el autoconocimiento: deben saber quiénes son y sacar lo mejor de ellos mismos para motivar a los demás y hacer que muestren su talento.
Por ese motivo, no son compatibles con el liderazgo personal las visiones empresariales que contemplan a los trabajadores como meros números o recursos humanos de la compañía, ya que este los entiende como personas con unas capacidades y un valor particulares, como figuras con algo que decir basado en sus experiencias personales únicas.
Transparencia y confianza en el equipo
El líder de un equipo debe ser capaz de transmitir sus ideas con una importante capacidad de comunicación que, además, debe ser bidireccional, dejando espacio a los miembros del equipo para que también puedan expresar sus opiniones de forma libre y transparente.
También debe tener la suficiente confianza en su equipo como para delegar responsabilidades. Esto pasa por asumir que él o ella no es capaz de llevar a cabo todas las tareas de la empresa y entender que para conseguir los objetivos de la compañía es necesario combinar el talento individual de todos y cada uno de los miembros del equipo.
Te puede interesar: Habilidades claves para la dirección de equipos comerciales
Resolución de conflictos y toma de decisiones
La capacidad de resolver conflictos en el ambiente laboral también es esencial en el liderazgo personal, lo que significa gestionarlos de forma constructiva y entendiendo la postura de todas las partes (ya sea en un conflicto interno dentro de la compañía o en un conflicto externo). Esto también se acaba traduciendo de forma positiva en los aspectos más operativos de la empresa, como es el caso de la toma de decisiones difíciles y efectivas en el ámbito empresarial.
En definitiva, todas las facetas del liderazgo personal se pueden resumir en los elementos de lo que coloquialmente llamamos el modelo 5C:
– Complementariedad, es decir, la comprensión del rol particular y esencial que cumple cada persona en el equipo.
– Coordinación y fomento del trabajo en equipo y la compenetración para alcanzar un objetivo común.
– Comunicación abierta y constante.
– Confianza en el equipo, ofreciendo oportunidades de desarrollo mediante el mentoraje a los miembros del equipo y creyendo en ellos.
– Compromiso con el proyecto y sus valores.
El concepto de liderazgo orgánico
Cuando se habla de liderazgo personal, también se pone sobre la mesa el término “liderazgo orgánico”. Un líder orgánico es consciente de que el desarrollo de la empresa se da gracias a la oportunidad de integrar y liderar eficazmente un equipo de trabajo de manera armónica. En palabras del famoso sacerdote José Kentenich, “el orden del ser determina el orden de la actuación”, en referencia a la llamada Visión Orgánica Tridimensional (que incluye el Ser, la Interioridad y la Temporalidad).
Ante una situación de crisis, el líder orgánico valora las circunstancias y actúa en consecuencia de una manera armónica, estratégica y planificada. Lo hace siempre desde una visión estratégica empresarial centrada en las competencias de las personas, la organización de la empresa, la motivación y la cultura y valores corporativos.
Consecuencias de un mal liderazgo
Además, muy a menudo no se tienen en cuenta las consecuencias que puede acarrear en una organización el liderazgo de un mal líder, y es que este puede llegar a tener un impacto negativo en la cultura organizacional de la empresa, propiciando un ambiente de desmotivación y falta de compromiso en el equipo (que, por lo general, suele ir acompañado de un descenso de la productividad y el rendimiento de los trabajadores).
También puede aumentar significativamente el índice de rotación en el personal, lo que implica que los empleados pueden considerar abandonar la compañía a raíz de un ambiente de trabajo tóxico y la percepción de que su talento no está siendo aprovechado.
De manera externa, una sucesión de malas decisiones puede acabar desembocando en el hundimiento de la reputación de una marca y en la pérdida de buenas oportunidades de negocio.
Conviértete en un gran líder
No obstante, ningún líder nace aprendido, y es por eso por lo que siempre es recomendable cursar una formación que pueda aportar los fundamentos necesarios para la dirección efectiva de empresas. El Executive Máster en Liderazgo Orgánico y Transformación Consciente de Euncet Business School es un posgrado que busca potenciar las capacidades creativas y las formas de pensamiento propias de los profesionales para que se conviertan en el motor de transformación de sus equipos.
En este aspecto, la escuela de negocios también cuenta con el Máster Universitario en Administración y Dirección de Empresas y el Grado Universitario en Empresa, Innovación y Tecnología. Este último, que se inaugurará en el próximo curso 2024-2025 tanto en el Campus Terrassa como en el nuevo Campus Barcelona 22@ de la universidad, supone una carrera transversal en la que se dan la mano el management y la tecnología.