Las 4 P del marketing mix es uno de los pilares fundamentales en el mundo de la mercadotecnia. Aunque bien es cierto que es un modelo que ha ido evolucionando con los nuevos hábitos y tendencias de los consumidores, sigue siendo una de las bases para definir cualquier plan de marketing y estudio de mercado.
Ahora bien, ¿sabes realmente en qué consiste y cómo aplicarlo en tu modelo de negocio? Descubre más sobre esta herramienta en el siguiente artículo.
¿Qué es el marketing mix?
El marketing mix es la estrategia de marketing utilizada para el lanzamiento de nuevos productos o servicios al mercado. Esta herramienta analiza cuatro variables imprescindibles a la hora de diseñar soluciones a las necesidades de los consumidores: producto (product), distribución (place), precio (price) y promoción (promotion).
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El origen del concepto marketing mix fue desarrollado en 1950 por Neil Borden y a lo largo de estos años ha ido evolucionando a la vez que lo han hecho las nuevas necesidades de los usuarios.
En 1960, E. Jerome McCarthy amplió estas variables a 7 añadiendo: personal (people), procesos (process) y palpabilidad (physical evidence).
Años después, se pasaron de 7 a 9 con la incorporación de dos nuevos factores: propósito y partners (alianzas), aunque a la práctica la 4 P son las principales a tener en cuenta en los planes de marketing.
Otros de los modelos utilizados en marketing basados en las nuevas necesidades y tecnologías son el modelo 4C y el modelo de las 4E.
- El modelo de las 4 C. A diferencia de las variables del marketing mix, se centra en el consumidor desde 4 aspectos: consumidor (consumer), comunicación (communication), coste (cost) y conveniencia (convenience).
- El modelo de las 4 E. Este modelo da un paso más allá y, además de centrarse en el consumidor, pone el foco en su experiencia una vez adquiere o utiliza el producto. Para ello se basa en la experiencia (experience), evangelismo (evangelism), intercambio (exchange) y la omnipresencia (everyplace).
¿Cuáles son las 4 P del marketing mix?
El marketing mix está compuesto por 4 herramientas que se utilizan para diseñar y llevar a cabo la estrategia de marketing y estas son la promoción, el producto, el precio y el punto de venta.
Estas variables son aplicables tanto para el marketing offline como el marketing de contenido digital, ya que se trata de una parte estratégica inherente al marketing.
Producto (product)
El producto es la variable más importante de las cuatro que forman el marketing mix. Este puede ser un producto físico, un servicio o una experiencia y debe estar diseñado para satisfacer las necesidades de clientes potenciales detectadas. Es el protagonista del plan de acciones, por lo que es importante disponer de la mayor cantidad de información posible para ajustar sus prestaciones a las demandas.
Para ello, existen diferentes niveles de producto según el grado de desarrollo y complejidad que desee la empresa ofrecer:
- Producto esencial. Es la función más básica del producto, su esencia.
- Producto real. Este punto incluye más características y variables como son el packaging, la calidad del producto, la marca, el aspecto físico…
- Producto ampliado. En este caso, además de lo anterior, se añade el valor añadido de la complementariedad de servicios que mejoren la experiencia del usuario. Un ejemplo de ello sería el servicio técnico posventa o facilidades en la financiación.
Dentro de la variable del producto también se tiene en cuenta el aspecto del “ciclo de vida del producto”. Este concepto hace referencia a la identificación de la fase en la que se encuentra el producto en el mercado. Según la fase del ciclo de vida en la que se encuentre el producto, la estrategia será una u otra:
- Introducción o lanzamiento. Esta fase es la de mayor riesgo e incertidumbre, ya que es cuando se lanza por primera vez al mercado el producto desarrollado.
- Crecimiento. En esta segunda fase, el producto ya se posiciona en un determinado segmento del mercado y empieza a ser aceptado por los consumidores.
- Madurez. En este punto el producto ya ha alcanzado el pico máximo de ventas, por lo que empieza a decaer el ritmo de ventas. Ya empieza a competir con otras marcas y productos sustitutivos.
- Declive. Cuando las ventas decaen y la competencia empieza a ganar cuota de mercado, el producto entra en fase de declive.
Precio (price)
Fijar el precio al que se venderá el producto es otro de los aspectos fundamentales en la estrategia de marketing. De nada sirve hacerlo de forma aleatoria, ya que eso puede suponer un gran fracaso.
Se entiende por precio la cantidad de dinero estipulada para que el consumidor pueda adquirir o tener derecho al acceso de un producto o servicio concreto.
Aunque para muchos sea un solo valor, también es un aspecto que comunica y genera percepciones en los consumidores y su decisión de compra, ya que hay que saber los precios por los que están dispuestos a pagar. Existen diferentes tipos de estrategias de precios, según se basen en:
- Costes. Puede aplicarse considerando el coste más el margen de beneficio, el margen en el precio o el beneficio objetivo.
- Demanda. En este modelo de fijación de precio, el factor a tener en cuenta es el mercado y la elasticidad de la demanda. Como variables, en este modelo se tiene en cuenta la percepción de la calidad, es decir, relación calidad-precio, los productos sustitutivos que existen…
- Competencia. Por último, otro modelo aplicable a la estrategia es el basado en la propia competencia, es decir, en comparar sus estrategias, imagen, productos, y precios, y en función del análisis fijar los propios.
Otras estrategias a tener en cuenta en la fijación de precios es definir un precio alto en la fase de introducción, conseguir mayor penetración en el mercado haciendo todo lo contrario al optar por un precio bajo inicial, o bien utilizar una estrategia de precios de prestigio para reforzar el reconocimiento y estatus de la marca.
Promoción (promotion)
Esta variable tiene en cuenta cómo se da a conocer el producto o servicio. Es importante analizar y establecer la comunicación que existirá entre la marca y el público objetivo. Esta estrategia de marketing digital considera la publicidad en redes sociales y cualquier otro medio, la venta y promoción, así como las relaciones públicas y el marketing directo.
Estas acciones deben dar a conocer y contribuir en la creación de la marca. Para ello, se deberá crear estrategias según las especificidades de los consumidores aplicando el inbound marketing, una técnica de fidelización poco invasiva que permite promocionar la marca y los productos ofreciendo un valor añadido al usuario.
Punto de venta
Por último, la cuarta P es el punto de venta. Cuestionarse los canales de distribución, es decir cómo se hará llegar el producto o servicio al consumidor, es otro de los factores a considerar en la estrategia de marketing. También hay que tener definido al cliente ideal o buyer persona para poder formar la estrategia acorde con sus hábitos de consumo.
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Dentro de las estrategias de distribución podemos distinguir 3 tipos: intensiva (máximo número de establecimientos para abarcar máximo número de puntos de venta), selectiva (número reducido de puntos de venta que deben cumplir con requisitos determinados) y exclusiva (el distribuidor tiene la exclusiva del producto).