Desde que aparecieron las primeras criptomonedas, el mundo de las criptodivisas no ha parado de crecer, aunque siempre rodeado de incertidumbre.
Dentro de este ecosistema, tanto Bitcoin como Ethereum siguen siendo las más populares y las más valiosas del mercado.
En el siguiente artículo, te explicamos las peculiaridades de cada una y en qué se diferencian.
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¿Por qué están en auge las criptomonedas?
El fenómeno de las criptodivisas o monedas digitales está viviendo un crecimiento exponencial en los últimos años.
Actualmente, hay más de 10.000 criptomonedas en el mundo. ¿A qué se debe su éxito?
- Son monedas virtuales.
- Utilizan la tecnología blockchain.
- Su falsificación o duplicidad es imposible.
- No está respaldado por instituciones ni gobiernos.
- Sirven como moneda de cambio para la compra de productos y servicios.
- El valor de las criptomonedas fluctúa de forma muy volátil y rápida, por lo que sufre fuertes subidas y bajadas de valor.
- Son aplicaciones descentralizadas que buscan democratizar el mercado financiero, haciéndolo independiente de intermediarios y dándole el control a los usuarios.
- No requiere de una identificación para participar en la red.
- Estos criptoactivos pueden diferenciarse dependiendo de si son: criptomonedas, tokens de utilidad, tokens de acciones, entre otros.
Si bien es cierto que cada vez existen más formaciones relacionadas con la gestión de las criptodivisas, invertir en ellas sigue teniendo sus niveles de riesgos. Las transacciones son fijas, por lo que una vez realizadas no se pueden deshacer.
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Bitcoin: el origen de todo un ecosistema
El ecosistema de los Bitcoins no existiría sin Satoshi Nakamoto, quien en 2009 creó la primera versión de Bitcoin, y con ello un nuevo escenario económico.
Tras la aparición de esta moneda digital han ido surgiendo otras muchas. El Bitcoin es asociado al blockchain o tecnología de cadena de bloques porque precisamente es la técnica que utiliza esta divisa para minar la moneda y proteger así su manipulación o robo.
La producción de Bitcoins no puede superar los 21 millones de unidades. Esto implica que esta moneda descentralizada esté limitada en el mercado, aunque existen protocolos de eventos de reducción a la mitad (halving) con los que evitar el agotamiento de su disponibilidad. Esto significa que los mineros de estas criptodivisas reciben menos dinero después de alcanzar los objetivos.
Esta criptodivisa se acepta ampliamente y se considera una moneda digital internacional. Además, su tecnología está diseñada para dificultar el robo o la manipulación, por lo que permite confirmar que el beneficiario es el propietario legítimo de la moneda.
Ethereum: un competidor con potencial
Tras el éxito del Bitcoin, muchos desarrolladores vieron el mundo de las criptodivisas como una oportunidad de negocio. Entre ellos, destaca Vitalik Buterin, uno de los precursores de Ethereum, junto con fueron Buterin, Gavin Wood, Jeffrey Wilcke, Charles Hoskinson, Mihai Alisie, Anthony Di Lorio y Amir Chetrit.
Ether nació para ser la moneda digital que pretendía dar un paso más allá aparte de ser una reserva de valor impulsando aplicaciones y contratos financieros (smart contracts) descentralizados.
Para ello, la red Ethereum cuenta con una plataforma virtual capaz de ejecutar instrucciones con una capacidad Turing Completo: Ethereum Virtual Machine (EVM) y dispone de un lenguaje de programación propio, Solidity.
Y, a diferencia de los Bitcoins, Ethereum no tiene un suministro máximo, una cantidad limitada de emisión de Ethers, la moneda reconocida y utilizada en la red de Ethereum.
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Bitcoin vs. Ethereum: diferencias y semejanzas
Ante este escenario encontramos que Bitcoin y Ethereum siguen siendo las más popularizadas entre el público entendido del sector y las que mayor capitalización del mercado de criptomonedas poseen. ¿En qué se parecen?
- Las dos son productos que construidos en un registro general y apoyados por una comunidad de usuarios, por lo que todo el proceso de la transacción está respaldado por una transparencia continua.
- Tanto Bitcoin como Ethereum son las principales criptomonedas si atendemos a las métricas de capitalización de mercado, las direcciones únicas de billetera y el volumen de negociación.
- Ambas criptomonedas operan en protocolos separados y con procesos independientes, por lo que pueden existir transacciones permitidas en una plataforma y en otra no.
- Ambos activos están basados en un libro de contabilidad distribuido públicamente, es decir, utilizan tecnología blockchain, y se almacenan en billeteras digitales.
- Son criptomonedas descentralizadas, por lo que no están emitidas ni reguladas por bancos centrales.
¿Qué las diferencia?
Pese a que compartan algunas características, la realidad es que existen diferencias que las hacen únicas y particulares, en el mundo de las criptomonedas:
Descentralización
Mientras que el Bitcoin tiene un alto grado de descentralización al no recibir inversiones iniciales de ningún tipo, Ethereum tiene un nivel medio, ya que sí depende de un pequeño grupo de personas en algunas de sus decisiones.
Al no estar vinculadas a un banco central, ni otra autoridad central, las fluctuaciones de su valor están influenciadas por la especulación de aquellos que negocian en este mundo de criptoactivos.
Precio de la moneda
En el caso del valor económico, Bitcoin consolida su precio gracias a su política deflacionaria, mientras que Ethereum vive una fluctuación resultada de su emisión inflacionaria y la competencia del Bitcoin.
Capacidad de minar
Aunque ambas monedas en su proceso de minería históricamente han utilizado el algoritmo Prueba de Trabajo (Proof of Work-PoW), Ethereum utiliza el Proof of Stake (PoS), un sistema con el que pretende aportar mayor seguridad y escalabilidad reduciendo el gasto energético que supone el PoW.
Funcionalidades
Por último, otra de las principales diferencias entre ambas criptodivisas es que Ethereum, además de servir como reserva de valor como sucede con el Bitcoin, ofrece más funcionalidades como son los contratos inteligentes o los tokens no fungibles (NFT).
Otra diferencia está en que Ethereum es una criptomoneda de código abierto. Y, además, no posee un límite en la cantidad de ether potencial que se puede minar.
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