La situación económica actual ha llevado a muchas empresas a reestructurar sus plantillas, fusionar su negocio con otros e incluso acogerse a los ERTEs. Aunque nunca son situaciones fáciles, el outplacement puede ayudar tanto a los trabajadores despedidos como a las propias empresas y es tarea de los departamentos de recursos humanos gestionar este proceso de reestructuración.
En el siguiente artículo, te contamos los puntos clave sobre qué son y en qué consisten exactamente los programas de outplacement.
Outplacement: su definición
Outplacement es un concepto inglés que literalmente significa “colocar fuera” y que en castellano es traducido como “recolocación”. Consiste en un servicio externalizado con el que una empresa ayuda a reubicar parte del personal de la compañía en otras empresas atendiendo a las necesidades y perfil profesional de la persona afectada.
Los procesos de outplacement, además de velar por esa recolocación, ofrecen asesoramiento y orientación laboral y psicológica para ayudar en esa búsqueda de empleo y reinserción laboral. La máxima de este programa es conseguir que la persona que se ha quedado sin trabajo consiga un nuevo empleo en otra empresa manteniendo su carrera y futuro profesional.
Tipos de outplacement
Existen dos tipos de outplacement o recolocación en función de si se trata de una desvinculación laboral individual, o colectiva.
El outplacement individual suele darse en cargos altamente cualificados y es en el sector en el que este tipo de servicios solía ir enfocado. En cambio, el outplacement colectivo va vinculado a los ERTEs (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) y según la legislación debe ir acompañado de un Plan de Acompañamiento Social.
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Claves del outplacement: todo lo que envuelve el proceso de outplacement
Cuando un trabajador desempleado entra en un proceso de recolocación pasa por diferentes fases de orientación profesional:
- Trabajo emocional. Mediante reuniones con la consultora se hace una valoración y asesoría psicológica, así como un acompañamiento para mitigar las afectaciones emocionales como la desaparición del bienestar o la insatisfacción con la nueva situación.
- Evaluación. Mediante el análisis de las fortalezas y carencias profesionales de la persona, el consultor elabora un perfil en el que se definen las aptitudes que más destacan en el empleado, realizando así un DAFO personal. Además, también sirve para conocer las expectativas del trabajador con las que poder fijar los objetivos laborales.
- Análisis de las posibilidades o dirección de carrera. En este punto y con la información obtenida se hace una valoración de las posibles alternativas laborales para la persona interesada: buscar un trabajo en el mismo perfil profesional, hacer un cambio drástico de sector, trabajar por cuenta propia como autónomo, buscar un empleo inferior al actual o, si se está en la situación óptima, plantearse la jubilación.
- Planificación o campaña de búsqueda. Una vez definido el perfil y los objetivos laborales, llega el momento de llevar a cabo el plan de búsqueda de empleo. Para ello, se creará o adaptará el currículum vitae, se redactará una carta de motivación, así como otras técnicas de marca personal con las que mejorar las opciones de empleabilidad del perfil y facilitar la reinserción en la carrera profesional.
Una vez realizado todos los pasos de este proceso, se recomienda que el servicio de outplacement siga acompañando y orientando al interesado durante el proceso de búsqueda de empleo.
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Outplacement: ventajas y desventajas
Como sucede con cualquier proceso, el outplacement tiene sus ventajas y desventajas. Todo dependerá de su planteamiento, ejecución y posterior seguimiento.
Ventajas del Outplacement
En el caso de la persona desvinculada de la empresa con este programa puede:
- Acelerar el proceso de transición hacia un nuevo empleo a través de una red de contactos profesionales, facilitando así la negociación de la salida de la empresa y la reinserción al mercado laboral.
- Mitigar el impacto emocional que puede causar un despido a causa de crisis económicas gracias al acompañamiento profesional, reduciendo así el estrés.
- Tomar conciencia de sus habilidades y oportunidades de carrera.
- Conocer alternativas profesionales desconocidas hasta el momento.
Pese a no ser un proceso fácil, para las empresas también supone beneficios:
- Refuerza el employer branding, por lo que mejora la percepción corporativa apostando por cuidar el capital humano.
Desventajas
Aunque sea un programa pensado para agilizar la empleabilidad del personal, si no se ejecuta correctamente:
- Existe el riesgo de no complacer al usuario por anteponer los intereses de la empresa.
- El empleado puede no encontrar trabajo en el tiempo fijado.
- Supone una inversión económica considerable para la empresa, aunque revierte en la identidad corporativa. Debe existir un compromiso por parte de la empresa, ya que si no el programa deja de tener sentido y únicamente se percibe como una acción para mejorar la imagen corporativa y no para cuidar el talento humano.
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